martes, 21 de abril de 2009

la soledad- cuerpo sin alma



Son las seis y de nuevo suena el despertador. Nuestro protagonista se despierta para volver a su monótona vida: asomarse por su ventana para observar el mundo que lo rodea, pero del que su mente ya no hacia parte. Luego de unos minutos, tomaba una ducha y se preparaba para ir a su lugar de trabajo: Una pequeña e improvisada oficina de recaudos localizada en su garaje y a la cual desde hacía mucho tiempo no entraba nadie.
Luego de esperara largas horas tras su escritorio, esperando que alguien requiriera sus servicios, perdía la esperanza y aquel hombre de mirada perdida cerraba su local y empezaba a deambular por las calles sin rumbo fijo, observando sin observar, y deteniéndose en cualquier banca de cualquier parque a divagar en su nube de soledad. Era como un cuerpo sin alma que se encontraba aun en este mundo solo por equivocación porque su espíritu hacia mucho tiempo que estaba en el mas allá.
Después de algunas horas regresaba a su pequeño apartamento ubicado en aquel viejo edifico esquinero de ese barrio de estrechas calles.
Las personas de su vecindario murmuraban cuando lo veían: afirmaban que desde aquel día de abril, cuando sucedió ese trágico accidente automovilístico en el que desafortunadamente se había ido la musa de su pensamiento, se había ido también con ella la esencia de este hombre.
Su vida prosiguió con la misma rutina, hasta aquella mañana en la que recordó que se cumplía el primer aniversario desde el accidente: nuestro protagonista despertó mas perdido en su interior que de costumbre y esta vez no observo por su ventana, ni asistió a su trabajo, y tampoco dio su caminata diaria. Solo permaneció allí, sentado en silencio, mirando a la nada, y recordando una y otra vez aquel trágico momento, en el que su vida había perdido sentido y luego de muchas horas de permanecer en aquel estado, se puso de pie, y con su mente llena de ideas contradictorias entre el deseo de estar con la diosa de sus sueños y el deber de seguir en este mundo luchando por su propia vida decidió posarse frente a su ventana, inclinarse un poco y finalmente reclinarse para empezar a deslizarse por el aire, recorriendo los dieciocho metros que separaban su lecho del pavimento, y mientras hacia este recorrido lo invadía una felicidad enorme, tan enorme que no cabía en su pecho, pues sabia que al terminar este trayecto, nuevamente estaría al lado de su amada y esta vez si seria para siempre, nunca jamás volvería a sentirse solo y su corazón no estaría jamás invadido de tristeza, pues ahora ya nada ni nadie los podría separar.

2 comentarios:

CARLOS ARTURO GAMBOA dijo...

Evaluación de proceso mediado

Diagrama asociador de ideas: Hay evidencias pero le falta desarrollo al gráfico

Hipertexto: Existen evidencias

Actualización de comunidad y perfil: No está conformada pero algunos miembros

Caso Rogelio Chart: hay evidencias coherente

andryu dijo...

nenita super bien eres una personita muy intiligente no hace falta decirlo pero sigue asi,.....te felicito ....hugo