viernes, 8 de mayo de 2009

Veo escalones blancos que conducen a un edificio, un edificio grande y blanco,con columnas, abierto por el frente. No hay puertas. Llevo puesto un vestido largo... un saco hecho de tela tosca. Tengo el pelo rubio y largo, trenzado.
Yo estaba confundido. No sabia de seguro lo que ocurría. Le pregunte que año era ese, cual era su nombre.
-Aronda...Tengo dieciocho años. Veo un mercado frente al edificio. Hay cestos...Esos cestos se cargan en los hombros. Vivimos en un valle... No hay agua. El año es 1863 a. de C. La zona es estéril, tórrida, arenosa. Hay un pozo; ríos no. El agua viene al valle desde las montañas.
Después de escucharle relatar mas detalles topográficos, le dije que se adelantara varios años en el tiempo y que me narrara lo que viera.
-Hay arboles y un camino de piedra. Veo una fogata donde se cocina. Soy rubia. Llevo un vestido pardo, largo y aspero; calzo sandalias. Tengo veinticinco años. Tengo una pequeña llamada Cleastra...Es Rachel. (Rachel es actualmente su sobrina, con la que siempre ha mantenido un vinculo muy estrecho.) Hace mucho calor.
Yo me lleve un sobresalto. Tenia un nudo en el estomago y sentía mucho frío. Las visualizaciones y el recuerdo de Catherine parecían muy definidos. No vacilaba en absoluto. Nombres, fechas, ropas, arboles... ¡todo visto con nitidez! ¿Que estaba ocurriendo ahí? ¿Como era posible que su hija de entonces fuera su actual sobrina? Pero la confusión era mayor que el sobresalto. Había examinado a miles de pacientes psiquiatricos, muchos de ellos bajo hipnosis, sin tropezar jamas con fantasías como esa, ni siquiera en sueños. Le indique que se adelantara hasta el momento de su muerte. No sabia con seguridad como interrogar a un paciente en medio de una fantasía (¿o evocacion?) tan explicita, pero estaba a la búsqueda de hechos traumáticos que pudieran servir de base a sus miedos y síntomas actuales. Los acontecimientos que rodearan la muerte podían ser especialmente traumáticos. Pero al parecer, una inundación o un maremoto arrasaba la aldea.
-Hay olas grandes que derriban los arboles. No tengo hacia donde correr. Hace frió; el agua esta fría. Debo salvar a mi niña, pero no puedo... solo puedo abrazarla con fuerza. Me ahogo; el agua me asfixia. No puedo respirar, no puedo tragar...agua salada. La pequeña me es arrancada de los brazos.
Catherine jadeaba y tenía dificultad para respirar. De pronto, su cuerpo se relajo por completo; su respiración se torno profunda y regular.
-Veo nubes... Mi pequeña esta conmigo. Y otros de la aldea. Veo a mi hermano.
Descansaba; esa vida había terminado. Permanecía en trance profundo . ¡Yo estaba estupefacto ! ¿Vidas anteriores? ¿reencarnación? Mi mente clínica me indicaba que Catherine no estaba fantaseando, que no inventaba ese material. Sus pensamientos, sus expresiones, su atención a los detalles en particular, todo se diferenciaba de su estado normal de conciencia. Por la mente me cruzo toda la gama de diagnósticos psiquiatricos posibles, pero su estado psíquico y su estructura de carácter no explicaban esas revelaciones.
Tomado de:
MUCHAS VIDAS MUCHOS SABIOS.
Brian L. Weiss.
Extraordinario documento sobre la reencarnación
Lo inexplicable
Javier Vergara Editor.
Paginas 31, 32 y 33.

No hay comentarios: